Ideario

IDEARIO DE LOS COLEGIOS DE LAS HIJAS DE

 “NTRA. SRA. DE LA MISERICORDIA”

 

        La Iglesia, por mandato de Cristo, Buen Pastor, camino, verdad y vida, es mediadora de salvación, enseña en el anuncio, santifica en las acciones pastorales de la liturgia, guía en el servicio.

 

La Iglesia enseña, santifica, guía.

 

         La Familia de la Madre Rossello, desde el ministerio de la pastoral educativa, coopera con la acción de la Iglesia, imitando al Buen Pastor, con la fuerza dinámica del amor misericordioso, y posibilita que cada hombre experimente a Dios como Padre y descubra el misterio de dignidad y gracia que es su propia vida.

La FMR, desde la pastoral educativa coopera con la acción de la Iglesia.

 

        Sus principios orientadores:

  • Jesús:  el fundamento
  • La persona:  el centro
  • María Madre de Misericordia:  la inspiradora
  • Santa María Josefa Rossello: el modelo

 

para encarnar, promover y defender los valores del evangelio, de  la persona y de la cultura en la Iglesia, en el mundo.[1]

 

 

Sus principios orientadores.

   Sus fundamentos doctrinales:

  • La Sagrada Escritura
  • El Magisterio de la Iglesia
  • El Patrimonio del Instituto

 

 Sus fundamentos doctrinales.

        Su meta última:

  • Favorecer la plena realización de la persona, según el plan de Dios, en una dimensión trascendente.[2]

 

 Su meta.

 LA PASTORAL EDUCATIVA ROSSELLANA 

     Tiene como punto de partida la posición filosófica que define al hombre como persona única e indivisible, unidad bio – psíquica – espiritual – trascendente, y la concepción cristiana que lo considera hijo de Dios, caído, redimido y justificado, sellado por el Espíritu Santo que en él habita como en un templo, partícipe del Cuerpo Místico de Cristo.[3]

 La PASTORAL EDUCATIVA ROSSELLANA define al hombre,

     Afirma que la  familia  es la primera y fundamental institución   de   origen   natural,    creada   por  Dios, compuesta  por  varón y mujer,   unidos para siempre por amor,  a  quien reconoce el derecho intransferible -compartido con la escuela-  de procurar la educación de sus hijos.[4]

 

la familia,

    Concibe  la educación como el empeño  personal y comunitario de acompañar eficazmente a la persona en la realización de su proyecto personal de vida, es decir:

     – capacitarla para autoconducirse y perfeccionarse   según las exigencias de su ser y las llamadas realistas de la hora que le toca vivir

     –  orientarla hacia su fin último que es Dios.[5]

 

la educación,

       Desde esta perspectiva, el educador rossellano es quien vive su vocación como una misión al servicio de los alumnos, educando en la libertad y para la libertad, con un sano optimismo y confianza en la bondad de la persona  y en la sensatez de los  grupos cuando se les sabe proponer valores y caminos hacia la  madurez, lo  cual no significa desconocer   las limitaciones  de  lo humano  y  la realidad del pecado original. Es precisamente a consecuencia de él que el ser  humano  vislumbra en su indigencia la necesidad de la gracia y la misericordia[6]

       Considera la escuela católica como la institución a la que le corresponde desarrollar integralmente a la persona:

– afianzando su compromiso con los valores evangélicos, que se convierten para ella en :

. normas educativas

. motivaciones interiores

. metas finales [7]

     –   realizando una síntesis entre fe y cultura, fe y vida

. que permita una inserción real en los distintos ambientes, en especial en el del hombre que sufre, para orientarlo hacia la civilización del amor.

. que oriente el ser y el hacer para dejarse interpelar por los signos de los tiempos, a la luz de la Palabra de Dios.[8]

      Esto hará posible la conformación de una comunidad educativa, es decir, el conjunto de alumnos, padres, docentes, entidad promotora o propietaria, personal no docente, relacionados entre sí, no solo en el plano de una necesaria complementariedad funcional, sino desarrollando nuevos vínculos, en intercambio de calidez humana y cristiana.[9]

 

el educador,

 

 

 la

Escuela

Católica,

 

 

 

 

 

 

y la

Comunidad

Educativa.

  

 LA FMR PROPONE UNA EDUCACION

 “EN” Y “PARA” LA MISERICORDIA

  

     La mística de la pastoral educativa rossellana  expresa –en el marco de un proyecto educativo pastoral- un estilo pedagógico formativo, propio de una comunidad evangelizadora que desde los ejes de la fe, la esperanza y la caridad, propone a sus miembros la configuración con Cristo misericordioso[10].

 La mística de la pastoral educativa rossellana

    A ejemplo de Santa María Josefa Rossello  con el “corazón puesto en Dios y las manos en el trabajo”, se empeña para que:

– la FE  ilumine la vida,

– la ESPERANZA sostenga la perseverancia en la fe,

– la CARIDAD haga operativa la fe. 

 se fundamenta

en la fe,

la esperanza

y la caridad.

     Educar en y para la misericordia es acompañar en la maduración de la fe, profesada y testimoniada con firmeza en el ejercicio del amor misericordioso: 

      – cultivando las virtudes humanas y cristianas de: 

          . laboriosidad

          . solidaridad

          . convivencia alegre

          . humildad, perdón, paciencia

 

       – vivenciando los valores que permitan neutralizar el 

         egoísmo individualista:

– Prioridad del ser, libertad

– Trascendencia, fraternidad, misericordia, paz

– Espíritu de colaboración, disponibilidad al cambio. [11]

 Educar

en y para

la

misericordia

es

acompañar

en la

maduración

de la

FE,

  

         Esta dimensión implica un compromiso concreto con las grandes causas de  la humanidad:

          . la defensa de la vida y dignidad de las personas

          . la superación de la pobreza

          . la justicia

          . la no- violencia

          . el rol de la mujer en la sociedad y en la Iglesia

          . el cuidado de la creación.

 

     Educar en y para la misericordia  es acompañar en la maduración de la ESPERANZA:

– en Dios Padre, rico en misericordia, que ha puesto el anhelo de felicidad en el corazón del hombre.

– en Cristo, encarnación de la misericordia, que asume las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres y las purifica para ordenarlas al Reino de los cielos.

– en el Espíritu Santo que dinamiza a la Iglesia para ser expresión de misericordia en el mundo, protege del desaliento y sostiene en todo desfallecimiento.

     El impulso de la esperanza preserva del egoísmo y 

     conduce a la dicha de la caridad.[12]

 

Esta dimensión implica:

– ser dóciles a la Voluntad de Dios, confiando en su Providencia.

– estar disponibles a la acción eficaz de la gracia que obra en cada miembro de la comunidad educativa.

– imitar a María como creyente y ser como ella, anuncio 

     del Reino[13].

     Educar en y para la misericordia es acompañar en la maduración de la CARIDAD:

– amor a Dios en su paternal bondad

– amor a la Iglesia, comunidad de los hijos de Dios

– amor a los hombres, verdaderos hermanos en la fe.[14]

     Esta dimensión implica:

– profundizar la unión con Dios mediante la vida de oración en el espíritu de las bienaventuranzas

– afianzar la pertenencia cordial a la Iglesia

– experimentar el amor misericordioso de Dios en la propia vida y hacerse don de misericordia  frente a toda necesidad humana, a fin de que cada persona llegue a conocer, amar y alabar a Dios, y así:

. viva la alegría de saberse amada, valorada, escuchada

. se sienta comprendida en sus debilidades y limitaciones, perdonada y reconciliada

. sea estimulada en las iniciativas, para mejorar, crecer y progresar en el bien

. comparta las responsabilidades como servicio de  amor.

 

 

una

esperanza

que conduce

a la dicha

de la caridad,

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

vivida

con el sello

particular

de la

misericordia,

como nos

dejó en

herencia

Santa

María

Josefa

Rossello.

 

 

 

COMUNIDAD EDUCATIVA ROSSELLANA,

COMUNIDAD EVANGELIZADORA

    La FMR, en misión siempre, bajo cualquier cielo, dispuesta a vivir su específico carisma en cada situación, junto a cada persona[15], se propone hacer de cada comunidad educativa una comunidad evangelizadora que recrea los trazos característicos de la espiritualidad rossellana

 

 

Cada Comunidad educativa es Comunidad evangelizadora

 

– que se manifiesta en:

. la alabanza de la misericordia de Dios

. el sentido profundo del pecado y el deseo de 

  conversión

. el espíritu de reparación y el ansia de salvar almas

. la devoción eucarística y mariana

 

– y se traduce en amor operante:

. hacer a todos el bien

. hacer el bien con espíritu de sacrificio y de servicio

. hacer el bien con humildad y simplicidad

. hacer el bien con bondad y firmeza.[16]

 

     Así, en cada comunidad educativa rossellana, en la interrelación de todos sus miembros y en su apertura al medio, se profundizarán los tres pasos de la misericordia:

  • reconocer la debilidad del prójimo, sus necesidades
  • compadecerse, comprenderlo, hacerse parte de su situación
  • brindar una ayuda concreta y real, caminar junto al hermano, con un compromiso personal y una participación solidaria.[17]

 

     Este camino hará realidad una verdadera pedagogía de la misericordia como distintivo de nuestra tarea pastoral en el campo educativo.

que

encarna

la

espiritualidad

rossellana,

 

 

traducida

en

obras

de

bien,

 

 

profundizando en la pedagogía de la misericordia.

 


[1] HIJAS…, Ob. cit. p.24

[2] HIJAS…, Ob. cit. p.53

[3] COMISIÓN EPISCOPAL ARGENTINA (CEA), “Educación y Proyecto de vida”, Bs.As., 1985, n.31

[4] CONCILIO VATICANO II, Declaración “Gravissimum Educationis”, n.3

[5] CEA, Ob. cit. n.12

[6] CEA, Ob.cit. Nº 41

[7] SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, “La Escuela Católica”, n.26

[8] CEA, Ob. cit. n.145

[9] SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, “El laico católico, testigo de la fe en la escuela”, n.22

[10] HIJAS… Ob. cit. p.20

[11] HIJAS… Ob. cit  p.51

[12] CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, n.1818

[13] HIJAS…, Ob.cit. p.73

[14] PIO XII, “La Santa Madre en la palabra del Papa”

[15] HIJAS…, Ob.cit. p.40

[16] HIJAS…, Ob.cit. p.72

[17] DOGLIO, Claudio, “Pedagogía de la Misericordia”, parte 4°, punto 4.